SERENITE

 Este cuadro es la casa, la famosa «Villa Sérénité » en Saint Briac. Representa mi memoria.

 Porque a todos nos llega un momento en la vida en que las fotos viejas se llenan de personas desconocidas, cuando nuestros padres, quienes si sabían de ellas, se han ido ya.

  En ese momento, sí, justo en ese momento, la única manera de encontrarse con uno mismo es a través del crujido de la escalera de madera, de esa ventana que cierras o más aún, a través del olor de un jardín.

 Porque las casonas de familia, aquellas que heredamos  de generación en generación tienen esa importancia, única: son, al final de todo, el único testigo de nuestra infancia.

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